1. Oh
¡Oh! ¿En serio?
¿Oh? Puedes escribir sin mirar el teclado. ¡Qué guay!
¡Oh gracias! Qué considerado.
Oh, él come como un pájaro.
Oh, por cierto, ¿sabes dónde vive ella ahora?
—Oh, mucho más —sonrió Dima—. Pero de hecho, ésta es una llamada a cobro revertido. Así que tú eres el novato, porque tú eres el que paga.
Oh, vale. Bueno, ¿puedes conseguirme uno?
¡Oh, mis pantalones blancos! Eran nuevos.
Oh, desearía poder ir a Francia.
El señor Oh vino a Japón a estudiar japonés.
Oh, ahora es realmente extraño...
Oh cariño, dijo ella, "siéntate, relájate y cierra tus ojos."
—Oh, tío... —suspiró Al-Sayib— Bueno, ¿cuánto necesitas? Tengo unos diez mil guardados en una cuenta de un paraíso fiscal.
¿No hueles algo quemándose? "¡Oh! Se me ha quemado la tostada."